Hacer lasaña en casa puede sonar complicado, pero en realidad no lo es, solo necesitas los ingredientes básicos y un poco de paciencia para comenzar a amasar. Puedes estirar la masa a mano, con un rodillo o usar una máquina para pasta si tienes una a la mano.

Así que, si decides hacer pasta fresca, lo ideal es consumirla en un máximo de tres días. Pero en esta ocasión te contamos cómo preparar láminas de lasaña seca, que duran mucho más tiempo. La masa es la misma que se utiliza para otro tipo de pastas; lo único que cambia es la forma de cortarla.

Foto: Freepik.

¿Cómo se hace?

Ingredientes

• 400 gramos de harina
• 4 unidades de huevos
• 10 gramos de sal
• agua mineral

Preparación

1. Primero, coloca la harina sobre tu mesa y mézclala con una pizca de sal.
2. Forma un hueco al centro, como si fuera un volcán, y añade los huevos enteros.
3. Mezclar con las manos desde los bordes hacia el centro, integrando poco a poco la harina con los huevos hasta formar una masa uniforme. Debe sentirse suave al tocarla. Si está demasiado pegajosa, agrega un poco más de harina; si está muy dura, añade unas gotas de agua.
4. Forma una bola de masa y déjala reposar durante 15 minutos, cubierta con un trapo limpio.
5. Estira la masa con un rodillo o una máquina para pasta hasta alcanzar el grosor que prefieras. Luego córtala en rectángulos o cuadros del mismo tamaño. ¡Y listo! Ya tienes tus láminas.
6. Para conservarlas más tiempo, es importante secarlas correctamente. Evita que se sequen demasiado rápido, ya que podrían volverse quebradizas.
7. El secado es en horno a 90 °C durante 3 a 5 horas. Si tienes más tiempo y quieres un mejor resultado, déjalas secar a 65 °C entre 12 y 15 horas.
8. Recuerda que la pasta seca aumenta su volumen al cocinar (hasta un 50%) y tarda más en cocerse que la pasta fresca. Así que calcula bien el tiempo de cocción cuando la prepares.