En México cada vez más mujeres deciden retrasar su maternidad, y no se trata de falta de deseo, sino de los retos que implica el desarrollo académico, profesional y, en muchos casos, las circunstancias de salud. Sin embargo, el reloj biológico sigue corriendo: el envejecimiento ovárico comienza a los 35 años y se acentúa a los 40, lo que reduce las probabilidades de concebir de manera natural.

El Dr. Carlos Maquita, médico especialista en ginecología y biología de la reproducción humana, explica que la principal causa de infertilidad es precisamente la edad.

"Se debe tomar en cuenta que con el paso de los años la cantidad de óvulos disminuye, su calidad merma y las alteraciones de los cromosomas que conforman los ovocitos se multiplican”, advierte.

No obstante, los avances científicos disponibles en México ofrecen nuevas rutas para aquellas mujeres que no quieren renunciar al sueño de ser madres. Cabe destacar que el envejecimiento ovárico inicia a los 35 años y se agrava a los 40, así que para estos casos existen técnicas que brindan esperanza a las damas que buscan un embarazo a una edad materna avanzada, con baja reserva ovárica, e incluso en menopausia natural o prematura.

Una de las técnicas más innovadoras es el rejuvenecimiento ovárico, que consiste en infundir plasma enriquecido con plaquetas y factores de crecimiento extraído de la propia sangre de la paciente. Este procedimiento puede regenerar la función ovárica, mejorar el número de folículos y optimizar los resultados en tratamientos de reproducción asistida.

“De esta manera podemos regenerar y restaurar la función ovárica, siempre y cuando exista en los ovarios un conjunto de folículos residuales y mejoramos así el número de folículos para optimizar los resultados del tratamiento de reproducción asistida”, dice.

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Opciones innovadoras

Pero no sólo el aplazamiento por motivos profesionales está detrás de la preservación de la fertilidad, también el diagnóstico y/o tratamiento de cáncer en mujeres jóvenes ha impulsado la necesidad de pensar en el futuro reproductivo, toda vez que pueden ocasionar infertilidad en un 80 por ciento de los pacientes debido al daño directo en ovarios.

“Actualmente el 25 por ciento de todos los cánceres afectan a mujeres jóvenes que aún no han tenido embarazos por lo que preservar su fertilidad es un tema prioritario no sólo por la posibilidad de tener un hijo, sino también para evitar la terapia hormonal de reemplazo y no desarrollar una menopausia prematura”, aclara.

Frente a este panorama, en México ya se cuenta con opciones innovadoras para preservar la fertilidad de quienes se someterán a un tratamiento contra el cáncer, entre los cuales está la criopreservación de embriones, óvulos y tejido ovárico, métodos que permiten conservar la posibilidad de ser madre después de superar la enfermedad.

El también fundador del Instituto Médico de la Mujer subraya la importancia de acudir con médicos especializados en reproducción humana ante cualquier duda, porque hoy más que nunca, la ciencia ofrece alternativas para quienes desean cumplir sus sueños de maternidad, sin tener que elegir su desarrollo personal y la posibilidad de formar una familia.